martes, 22 de septiembre de 2020

El resto del tiempo

Pronunciaba suavemente algunas promesas

La insistencia en lugares recónditos 

Que nadie conseguía  encontrar

Suspendidas en la brisa lograban que no existiera


Como un grito de ayuda apagado

Por los sensacionalismos de la semana

Su imagen se desvanecia inefable entre una multitud obscena

Y a nadie le importaba su eterna orfandad


En silencio se quedaba muy  quieto

Enhebrando lágrimas con lacónicos pentagramas

Escondiéndose de metáforas tristes que le vestirán 

Sin querer entender que  la soledad cava hondo, que no se da la vuelta