lunes, 1 de febrero de 2016

29 O




سَنة رابِع
En realidad la ceguera estaba alrededor nuestro
¿Para qué necesitamos ver si contamos cada latido?
Nunca había acariciado una celda tan desnuda, rejas tan cambiantes
Siempre podíamos divisar por encima de la piel la señal de salida
Creo escuchar cómo las horas se destruyen a brochazos en una pared que no deja de moverse
Algún dios bromista habrá sobreseído la revisión de la condena
Prolonga tu infinita fe sobre mis locas piruetas, cualquier concepto valdrá
Si no puede sostenerse y esta frágil verdad tiembla
Sólo queremos escapar hacia dentro
A sabiendas de que todo está perdido
Detenerse a mitad de las cosas importantes
Mirarse dolorosamente, sentir cómo la vida estalla

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